De Vido quedará detenido

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Julio De Vido tiene sus horas contadas en la Cámara de Diputados. El oficialismo y la mayoría de los bloques de la oposición -salvo el Frente para la Victoria- se disponen a aprobar hoy en el recinto sendos pedidos de desafuero que formularon los jueces federales Claudio Bonadio y Luis Rodríguez, que investigan al ex ministro de Planificación del kirchnerismo por fraudes millonarios al Estado. De ser revocadas sus inmunidades legislativas, hoy mismo De Vido quedaría detenido.

Esta situación límite sumió al bloque kirchnerista, que conduce Héctor Recalde, en un estado de convulsión interna. Ayer, poco antes de la reunión de comisión, medio centenar de legisladores se reunió a puertas cerradas en el tercer piso del Palacio para discutir qué postura llevará el bloque: algunos propusieron no bajar al recinto; otros insistieron en que se debía defender al ex ministro de Planificación; otro grupo pidió libertad de conciencia, mientras que una minoría recomendaba que la mejor alternativa es que De Vido renuncie a la banca.

No hubo acuerdo y los legisladores postergaron una decisión hasta hoy. Tantearán primero quiénes asistirán a la sesión, convocada a las 11.30. Hasta entonces, hermetismo absoluto.

De Vido no estuvo en la reunión de su bloque. Tampoco apareció por el Congreso. Por medio de sus abogados, envió una carta a la Comisión de Asuntos Constitucionales en la que advirtió que el proceso de desafuero al cual es sometido es un “verdadero escándalo jurídico”. Además advirtió que ninguna de las resoluciones por las que los jueces Luis Rodríguez y Claudio Bonadio solicitaron su desafuero “está firme” (de lo que se informa aparte).

De Vido afronta dos pedidos de prisión preventiva. El juez Bonadio lo acusa de presuntos sobreprecios por casi 7000 millones de dólares en la compra de gas licuado. Por su parte, el juez federal Rodríguez lo investiga por un desvío de 270 millones de pesos en obras que no se completaron en la mina de carbón de Río Turbio. Ambos magistrados consideran que, de continuar en libertad, el ex ministro podría entorpecer las investigaciones en curso y por ello solicitaron su desafuero.

“Es un riesgo que De Vido siga en libertad”, alertó el diputado Lucas Incicco (Cambiemos), quien insistió que su bloque “no va a ser cómplice del entorpecimiento” de las causas. Su par de bloque Silvia Lospennato, por su parte, reprochó a aquellos legisladores que, en julio pasado, se negaron a aprobar la exclusión de De Vido.

“Me sigue doliendo que algunos no hayan tenido la valentía política de avanzar en ese sentido; me hubiera gustado verlo afuera de la Cámara por su responsabilidad en la tragedia de Once”, agregó.

En tanto, la jefa del Frente Renovador, Graciela Camaño, tras desmenuzar los argumentos que los jueces esgrimieron en sus sentencias para solicitar el desafuero de De Vido, anticipó que su bloque, como en julio pasado, votará a favor del desafuero.

“Hay dos motivos para cometer el delito de traición a la patria: uno es alzarse en armas y el otro es cometer actos de corrupción. Bajo ningún punto de vista nosotros podemos ser impedimento para que se investigue si De Vido cometió hechos de corrupción”, enfatizó.

Por su parte, los diputados de izquierda Juan Carlos Giordano, Pablo López y Soledad Sosa anticiparon también su voto positivo.

“Vamos a votar a favor del desafuero. pero que la gente sepa que este debate es para tapar el ajuste que prepara el Gobierno sobre el pueblo trabajador”, enfatizaron.

Efectos del maremoto

Cambios en el poder

En el Congreso, en la Justicia, los protagonistas son los mismos. Pero el maremoto electoral de Cambiemos trastrocó el contexto político y le permitió al Gobierno acelerar sus movimientos en múltiples planos. La erosión de la protección de Julio De Vido en el Parlamento y en Comodoro Py, tras una década de encarar el prototipo de intocable, es la muestra más palpable del cambio del aire político que ratificaron las elecciones.