Olivia Rodrigo y un cierre mágico para Lollapalooza Argentina 2025

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Este domingo, el Hipódromo de San Isidro vibró hasta el último segundo en la tercera y última jornada de Lollapalooza Argentina 2025, un día que quedará grabado en la memoria de los más de 100 mil asistentes que colmaron el predio para celebrar una década de este icónico festival. Con una grilla encabezada por Olivia Rodrigo, Rüfüs Du Sol y Tan Biónica, el cierre fue una montaña rusa de emociones, talento y energía que puso el broche de oro a tres días inolvidables.

El sol todavía brillaba cuando Estratosfera abrió el escenario a las 12:45 con su propuesta electrónica experimental, envolviendo a los primeros valientes en un viaje de beats y texturas sonoras. A la misma hora, Lichi conquistó el Alternative Stage con su pop íntimo y fresco, marcando el tono de una jornada que prometía diversidad y calidad. Pero fue a medida que avanzaba la tarde que el festival empezó a calentar motores de verdad. Francisco Victoria, el chileno de voz melódica, trajo sensibilidad y conexión al público temprano, mientras que Chita, acompañada de sus bailarines, desató una fiesta en el Samsung Stage con hits como “Sola” y “Maldito mío”.

El momento de Nathy Peluso fue uno de los más esperados del día. Cuando el reloj marcó las 18:30, la argentina subió al escenario con la fuerza arrolladora de su último disco Grasa. Con coreografías impecables y una voz que no dejó a nadie indiferente, Peluso hizo temblar el suelo del Hipódromo y reafirmó por qué es una de las artistas más potentes de la escena actual. “¡Esto es una locura, Argentina!”, gritó mientras el público estallaba en ovaciones.

A las 17:45, Girl in Red tomó el escenario Flow y, a pesar de confesar que estaba luchando contra un resfriado, la noruega Marie Ulven no escatimó en entrega. Su pop alternativo, con temas de su reciente álbum I’m Doing It Again Baby!, atrajo a una marea de fans que cantaron a grito pelado. “¡Argentinos, están realmente locos!”, lanzó entre risas, y el público le respondió con una energía que atravesó el predio.

La recta final llegó con Tan Biónica, que a las 20:45 hizo estallar el escenario Samsung. En plena gira de despedida, Chano y compañía trajeron un set cargado de clásicos como “Ciudad Mágica” y “Obsesionario en La Mayor”, desatando una catarata de nostalgia y euforia entre generaciones de seguidores. Fue un momento catártico, con el público cantando hasta quedarse sin voz.

Pero el gran cierre estuvo en manos de Olivia Rodrigo, la estrella pop que debutó en Argentina con un show que rozó la perfección. A las 22:10, el escenario Flow se iluminó y los alaridos de sus fans —muchos acampando desde temprano para estar cerca— llenaron el aire. “¡Los amo mucho, Argentina!”, repetía la estadounidense mientras recorría su repertorio: desde “Love is Embarrassing” hasta “Teenage Dream”, pasando por el arrasador “Good 4 U”. Con una energía desbordante y un carisma que hipnotizó a todos, Olivia cerró su set con “Get Him Back!” y dejó al público en un estado de éxtasis colectivo.

Rüfüs Du Sol, por su parte, puso el toque electrónico a la noche con un show visualmente impactante que empezó a las 22:00 en el Samsung Stage. El trío australiano transformó el Hipódromo en una pista de baile al aire libre, con temas como “On My Knees” y “Inner Bloom” que resonaron bajo un cielo plagado de drones, cortesía del espectáculo aéreo de Luma Sky.

La décima edición de Lollapalooza Argentina no solo celebró una década de música, sino que consolidó su lugar como un evento cultural imprescindible. Con artistas emergentes como BB Asul y veteranos como Fontaines D.C., la jornada del domingo tuvo algo para todos los gustos. Entre pogos, lágrimas y abrazos, el festival dijo adiós hasta el próximo año, dejando a sus fans con el corazón lleno y los oídos zumbando. Si esto fue el décimo aniversario, ¿qué nos espera en el futuro?