La Policía junto al la UFI 5 de Escobar llevan a cabo una búsqueda intensa del autor de un disparo que impactó en el hombro derecho de Ana Marquis, una mujer que navegaba en lancha en el arroyo Correntino en Escobar cuando. Imágenes del despliegue policial por el curso de agua tras la presunción de que el agresor era un lugareño.
El hecho tuvo lugar cuando la mujer junto con su marido y un grupo de amigos navegaba en una embarcación en el arroyo con sentido al Río Luján y a las 18.30 recibió un balazo en su hombro derecho, que según los investigadores, sería de un arma de bajo calibre, ya que posteriormente se alojó en su pecho. Si bien la víctima fue hospitalizada, está fuera de peligro.
En las últimas horas trascendieron imágenes de un procedimiento llevado a cabo el lunes por agentes de Grupo de Apoyo Departamental (GAD), quienes con orden judicial allanaron una casilla en cercanías al sitio donde se produjo la agresión, la cual no descartan que pudo haber sido a causa de una “bala perdida”.
La investigación llegó allí a partir de declaraciones de testigos, que afirmaron que al momento de haber pasado por allí, previo al ataque, habrían visualizado a un masculino y una femenina en una casilla “mirándolos mal” por él oleaje que generaban con la lancha, algo que según refirieron “molestaría a los isleños”.
Sin embargo ese operativo dio resultado negativo. Cuando irrumpieron los agentes, tal como se ve en imágenes a las que accedió SM Noticias, encontraron a una mujer y a un hombre pero no hallaron ningún arma ni tampoco vaina alguna, es decir que esas personas no estarían vinculadas con la causa.
“Hay peritos que aportaron que por la manera en la que se dieron los hechos, podría tratarse de una bala perdida”, confiaron a este medio los investigadores.
El caso es investigado por el fiscal Claudio Aundjian, quien dispuso que continúen los rastrillajes y el trabajo intensivo en la zona donde Marquis recibió el impacto.
La mujer se encuentra en el Sanatorio Otamendi, donde recientemente una junta médica decidió que no era necesario someterla a una intervención quirúrgica para extraer el proyectil que aún tiene alojado en su pecho.






























