Por primera vez desde 2003, y solo la segunda vez desde el retorno de la democracia, las elecciones provinciales bonaerenses se realizaron en una fecha distinta a las nacionales, producto del desdoblamiento impulsado por el gobernador Axel Kicillof. Hoy se eligen 46 diputados y 23 senadores provinciales, además de cargos municipales como concejales y consejeros escolares. Los centros de votación estuvieron abiertos de 8 a 18 horas, y se estima que 14,3 millones de bonaerenses están habilitados para votar en más de 41.000 mesas.
A mediodía, la participación alcanzaba casi el 30 % del padrón, con un dato preciso de 29,74 % en algunos reportes. Se registraron demoras en la apertura de varias mesas, debido a la ausencia de autoridades designadas, lo que obligó a reorganizar y reiniciar algunos comicios. En La Matanza —un bastión peronista— la jornada comenzó con lentitud, aunque transcurrió con tranquilidad.
Este proceso electoral se perfila como un indicador clave de cara a las elecciones nacionales de octubre y un referéndum sobre el gobierno de Javier Milei, cuya coalición gobernante, La Libertad Avanza, compite cabeza a cabeza con el peronismo representado por el oficialismo provincial. Bajo la tensión del ajuste económico, aumento del desempleo y denuncias de corrupción que afectan al gobierno nacional, el resultado bonaerense puede redefinir expectativas políticas e incluso incidir en la estabilidad del gobierno.
Durante la jornada se registraron incidentes que dieron color a la elección: en Villa Fiorito, un hombre con pedido de captura fue interceptado cuando intentó votar; en Malvinas Argentinas, un fiscal de La Libertad Avanza fue detenido por intentar sustraer boletas del espacio opositor. También hubo casos anecdóticos, como personas tratando de eludir el rol de autoridades de mesa y mesas que aún no habían sido habilitadas.
La elección del 7 de septiembre de 2025 en la provincia de Buenos Aires se desarrolló como una jornada crucial e inédita: desdoblada del cronograma nacional, marcada por una participación moderada hasta el mediodía, con algunos inconvenientes logísticos y momentos llamativos, y con un tinte político de alto voltaje. Será el primer gran test político antes de los comicios nacionales de octubre, con efectos previsibles tanto a nivel provincial como nacional.